En estas semanas previas a las elecciones cruciales de medio término, se generaliza la explicación de que el equipo económico sube muy fuerte la tasa de interés para contener las presiones alcistas del dólar y, en consecuencia, de la inflación.
El saldo es arrojar la economía a una recesión en el momento más álgido del proceso electoral , estrategia política que ningún gobierno anterior, desde la recuperación de la democracia, ha encarado por el inmenso riesgo de padecer la derrota en las urnas.
Si el objetivo es restringir todo lo posible la cantidad de dinero en circulación, vía colocación de deuda pública a tasas elevadas y el incremento de los encajes al umbral récord del 53%, podría hacerlo también vendiendo dólares, dejando que la paridad alcance el techo de la banda cambiari