«Vamos a probar que existió una asociación ilícita (…) desde el ministro hasta el último integrante se encontraban de acuerdo, de manera tácita o expresa, en defraudar al Estado (…)». Son palabras del fiscal jefe Pablo Vignaroli el 21 de julio pasado, en su alegato de apertura en el juicio por la estafa con planes sociales en Neuquén.
También afirmó: «Los jefes tenían el control del trámite administrativo (y los colaboradores) no cumplían una orden, tenían la facultad de, si había una orden ilícita, no cumplirla (…). Vamos a acreditar que el destino de ese dinero era para la política, era para mantener punteros del MPN y era utilizado en forma personal por algunos de los imputados».
Seis semanas, 28 audiencias y 70 testigos después, la gran incógnita es si cumplió con su promesa .