El expresidente brasileño Jair Bolsonaro no tiene ganas de alimentarse y continúa presentando un cuadro de vómitos constantes, lo que está debilitando seriamente su salud, a pocos días de conocer su suerte en el juicio que enfrenta por golpismo.
“El viejo está delgado, no quiere alimentarse y sigue enfrentando interminables crisis de hipo y vómitos. Duele mucho ver todo esto”, dijo en X Carlos Bolsonaro, el segundo de los cinco hijos del líder conservador.
Jair Bolsonaro, de 70 años, cumple prisión domiciliaria desde hace casi un mes en la capital brasileña y debe usar tobillera electrónica, restricciones impuestas en el marco de una investigación por un presunto intento de obstruir el proceso judicial en su contra.
El líder de la derecha brasileña es acusado de ser la cabeza de una “or