Aguas Calientes, Perú .— Parado sobre una estructura precolombina, un guardián con pantalón y sombrero color caqui no para de gritarle a la multitud que se amontona en el lugar que todos los turistas quieren ocupar para tomarse la foto clásica del sitio arqueológico de Machu Picchu .

“¡Por favor, avance, no se detenga! Allí es sólo para tomarse la foto, no se pare. ¡Avance, avance, por favor!”, ruega el ranger, quien porta al cuello carnet del Ministerio de Cultura de Perú.

Una mujer cubierta con un poncho de plástico color amarillo responde con voz de enfado: “¿Eh? ¡Si no se ve nada! ¿Cómo quiere que camine? Familia, nadie se mueva, primero la foto”.

Una joven maquillada y con ropa de fiesta intenta poner orden. En lengua española propone hacer fila para tomarse la foto desde l

See Full Page