España ha cambiado su estado de emergencia. El país ha pasado de la fase de 'preemergencia' a un 'estado de alerta y seguimiento permanente'. Esta decisión se toma tras concluir que lo peor de la ola de incendios forestales más devastadora en la historia reciente ha terminado. La información fue proporcionada por Virginia Barcones, directora de Protección Civil y Emergencias, en una rueda de prensa posterior a la reunión del Comité Estatal de Coordinación (Cecod).
Durante esta ola de incendios, más de 300.000 hectáreas han sido consumidas por el fuego. Además, se han registrado cuatro víctimas mortales y 48 heridos. La reunión del Cecod, celebrada anoche, determinó que las condiciones han mejorado lo suficiente para justificar este cambio de fase.
El nuevo estado de alerta y seguimiento permanente significa que el Gobierno de España continuará coordinando esfuerzos y recursos. Se pondrán a disposición de las comunidades autónomas todos los medios necesarios para combatir los incendios. Esta medida busca asegurar que se mantenga la vigilancia y la preparación ante cualquier eventualidad relacionada con el fuego.