Mdesapareció de la faz del planeta dos días después de nuestro encuentro final en el Distrito Marina . Aunque no, debo corregirme porque no basta una frase hecha para expresar lo que quiero decir: el agujero negro que M abrió para rasgar el tejido de la realidad, de mi realidad, al desvanecerse sin mayor explicación al cabo de dos días de derribar lo poco que quedaba de nosotros entre el lance de destellos propiciado por las aguas del lago del Palacio de Bellas Artes me trasladó al fondo de una dimensión ignota donde me extravié sin remedio y con la certidumbre de que jamás podría retornar al mundo que se suele considerar normal por una convención que cada vez entiendo menos. ¿Qué hay de normal en un sitio donde dos personas que se aman y se desean profundamente acaban por infligirse
Adelanto editorial del libro La bruma y el detective

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