La tradicional tormenta de Santa Rosa no falló a su cita y este año llegó con toda su furia, desatando lluvias torrenciales, granizo y ráfagas de viento que complicaron la vida de miles de argentinos. Desde el centro hasta el noroeste del país, distintas provincias enfrentaron calles anegadas, viviendas dañadas y decenas de familias evacuadas.

Buenos Aires fue uno de los distritos más castigados. En el norte provincial, los registros superaron los 100 milímetros de agua acumulada, provocando inundaciones en zonas rurales y urbanas. En la Ciudad de Buenos Aires, en cambio, las lluvias se dieron de manera intermitente, con pronósticos que marcan una mejora recién hacia el lunes por la mañana.

Mendoza tampoco salió indemne. Más de 100 personas debieron ser evacuadas luego de que el temporal

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