En los últimos años, el interés por productos naturales ha crecido de manera exponencial. El aceite de ricino, usado históricamente en la medicina popular por sus propiedades hidratantes y antiinflamatorias, ha pasado de los botiquines tradicionales a convertirse en un producto viral en rutinas de belleza . Las búsquedas en internet sobre cómo aplicarlo en pestañas y cejas han aumentado, reflejando la obsesión por soluciones más económicas frente a los costosos sérums.

Sin embargo, este entusiasmo no siempre viene acompañado de evidencia científica sólida. Aquí es donde la dermatología y la oftalmología aportan matices importantes.

Qué puede y qué no puede hacer el aceite de ricino

El aceite de ricino contiene ácido ricinoleico, un ácido graso que le confiere propiedades humectant

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