Ocurrió entre las comunidades Paloma y el Palomino, el pasado domingo 17 a las 8 pm.

Ella iba batiendo su cabellera, con la soltura y libertad que solo puede tener una adolescente de 15, sin saber qué demonios podía desatar a su paso.

Al caminar delante de alias el “Pelón”, este le espetó un apasionado ‘mi amor’, como para que oyera todo el vecindario. Ella no le paró.

Al rato, la púber hizo el mismo recorrido de vuelta y, el “Pelón”, que de “Pelón” no tiene nada, luciendo una profusa mata de pelo, la sujetó por la cola de caballo azabache, suave y brillante, como alisada por sábila, sin soltarla.

Quince minutos mantuvo entre sus manos aquel haz de cabellos, luminoso y fragante, hipnotizado en ellos, hasta que la zaherida adolescente comenzó a llorar y se vio obligado a liberarla.

Ni

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