Durante los últimos dos meses, Comodoro Rivadavia y gran parte de la Patagonia experimentaron un invierno particularmente crudo , marcado por temperaturas muy bajas y la presencia de una ola polar que afectó la región con viento intenso, lluvia y algunos episodios de nieve.

Estas condiciones climáticas extremas mantuvieron a la ciudad en constante alerta, con temperaturas mínimas que han llegado a rondar por debajo de los -5 °C de sensación térmica y ráfagas de viento que superaron los 100 km/h , complicando la vida cotidiana y poniendo en evidencia la fuerza del invierno patagónico. La ola polar cambió drásticamente el paisaje y la rutina, obligando a la población a adaptarse a un invierno riguroso y prolongado.

Con la llegada de la primavera en septiembre , surge el interro

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