El escándalo por el fentanilo contaminado que dejó cerca de un centenar de muertos en el país provocó una respuesta contundente un relevamiento exhaustivo de expedientes pendientes y ha reforzado la vigilancia sobre los laboratorios. Esta nueva política de control riguroso de la Anmat derivó en una sanción significativa para un laboratorio por fallas en sus procesos de producción.

En este contexto, el Departamento de Vigilancia post Comercialización y Acciones Reguladoras del INAME (depende del Anmat) inhibió al laboratorio Rigecin por "incumplimientos a las Buenas Prácticas de Fabricación y Control".

Una inspección inicial, realizada entre el 6 y el 13 de junio, ya había revelado deficiencias que " comprometían la calidad, seguridad y eficacia de los productos ".

Se detectaron

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