Si uno tiene aspecto de colombiano lo saludan como mexicano: “Hola, cuate”. Si en la respuesta notan también el acento colombiano, no importa, el precio se da en dólares: 100 dólares, 150 dólares, algunas hasta 300. Media hora o dos horas. Por el lugar no hay que preocuparse, pues toda la zona está rodeada de hoteles: 180.000 pesos toda la noche o 150.000 el ratico en los más baratos.

Hace tres años hice esta misma nota. Poco ha cambiado desde entonces. Ni siquiera en los precios hay una diferencia importante.

Cada que anochece en el Parque Lleras en Medellín, que hasta hace 10 años fue una de las zonas más exclusivas y preferidas de la ciudad para locales y extranjeros, la escena es la misma: decenas de hombres extranjeros, algunos jóvenes con pintas de basquetbolistas o cantantes, y ot

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