Se ve que la canícula extrema inflama no solo chispas y vientos, sino también los discursos políticos, y anima a los grandes popes a salir de su olímpico silencio para iluminar al vulgo. Así, Josep Borrell, ex alto representante de Asuntos Exteriores de la UE, lamenta la pasividad de la Unión ante la masacre y la hambruna inducida en Gaza y advierte de que su descrédito terminará por impedirle hacer políticas de defensa de los derechos humanos. «Alguien tendría que actuar judicialmente para hacer que las instituciones europeas hagan lo que tienen que hacer”, dijo Borrell en la inauguración de un curso en la Universidad de verano de Santander el pasado 25.
Se da el caso de que Borrell ostentó el citado cargo hasta noviembre de 2024 y el primer informe de NN.UU. sobre Gaza es de marzo anter