Claudia Sheinbaum, al igual que otros pocos líderes del mundo, se ha ganado la reputación de saber calmar a Donald Trump.

Una y otra vez, ha entrado en negociaciones tensas con el presidente Trump y —para sorpresa de muchos— ha salido de ellas con elogios.

“Me cae muy bien”, dijo Trump en el Despacho Oval en febrero. “Lo hice como un acuerdo y por respeto a la presidenta Sheinbaum”, dijo tras suspender los aranceles que afectaban a México en marzo.

Pero la luna de miel parece que está terminando.

En los últimos meses, Trump ha intensificado su campaña de presión a México con una ofensiva en varios frentes que ha limitado a Sheinbaum, la ha puesto a la defensiva y la ha dejado con pocas buenas alternativas con las cuales responder.

Estados Unidos ha desplegado casi 10.000 soldados en l

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