La recesión económica golpea con fuerza a los comercios de cercanía en Argentina. En los últimos 18 meses cerraron más de 14.000 panaderías y, en paralelo, 16.000 kioscos bajaron sus persianas en apenas un año. Dirigentes del sector advierten que la combinación de caída del consumo, inflación y competencia desleal pone en jaque a miles de pequeños negocios en todo el país.

Martín Pinto, presidente del Centro de Panaderos de la provincia de Buenos Aires, alertó que solo seis de cada diez hornos están en funcionamiento. La producción de pan se redujo a la mitad y el consumo cayó un 50% en los últimos 18 meses.

El impacto más fuerte se observa en las facturas, cuya venta se desplomó un 85%. “Ya ni siquiera se vende la docena del día anterior al 50% de descuento. Hoy producimos solo por pedi

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