Luego de una humillante derrota seguida de una vergonzosa estampida, militares estadounidenses y europeos huyeron de Afganistán con el rabo entre las piernas, asustados y absolutamente desmoralizados.
Ellos demostraron inferioridad militar ante los talibanes, pero decidieron que Ucrania demostraría superioridad ante el ejército de Rusia. Quienes metieron a Ucrania en ese problema, ahora le dan la espalda, se reagrupan y marchan hacia Venezuela, en una nueva aventura de pillaje de alto nivel.
Los holandeses, ingleses y franceses, que dicen tener “profundas diferencias” con el presidente Donald Trump, lo acompañan en su marcha hacia Caracas; ellos tienen muy pocas opciones. Perdieron el acceso al petróleo ruso barato; en África, nadie los quiere. Su única esperanza es que triunfen en Venez