Parecía que los astros se iban a alinear para el Mundo Talleres. Había dejado de llover, el cielo estaba encapotado pero en el horizonte tenía un corte que podría traer claridad. En la cancha, el Talleres de Tevez soñaba conque pasara lo mismo.
¿Y si era? La línea de tres con la que había sorprendido Carlos Tevez venía bastante bien (fue un 3-4-1-2), con el debut de José Palomino y la vuelta de Matías Catalán... de stopper. Valentín Depietri estaba rápido e incontenible, Rubén Botta al fin había dejado la derecha para hacer juego interior y Federico Girotti estaba localizable. Ulises Ortegoza era un pulpo y hasta le pagaba al arco.
Hasta a Deportivo Riestra se le vieron sus miserias sin que Talleres lo forzara demasiado. El inefable Sebastián Arce hizo de las suyas muy temprano, algo que