Barcelona "Las personas condenadas a muerte solían aprovechar las últimas horas para despedirse de los seres queridos", asegura Floriane Azoulay, directora de los Archivos Arolsen . "Nuestro mandato hoy es encontrar a los destinatarios de las cartas y los familiares para cumplir las últimas voluntades de los condenados injustamente en Stadelheim [la gran prisión pública de Múnich, donde los nazis ejecutaron a un millar de personas] y reparar este agravio histórico. Esto puede tener una enorme importancia para las familias", añade.
Entre 1933 y 1945, la judicatura alemana fue una herramienta al servicio del régimen nazi. El número de delitos castigados con pena de muerte pasó de 3 a 46 durante este período. La "jurisprudencia" dictada por los tribunales especiales estaba políticamente m