Es el hombre más peligroso de Brasil, estuvo a punto de dar un golpe de Estado en 2023, cuando planeó asesinar a Luiz Inácio Lula da Silva, y este martes será juzgado como líder del alzamiento de cuño militar. Jair Bolsonaro pasó el fin de semana en prisión domiciliaria, con una tobillera electrónica, a la espera del juicio en el Supremo Tribunal Federal. El expresidente se encuentra bajo una custodia policial reforzada a raíz del plan de fuga descubierto hace dos semanas cuando le incautaron documentos en su celular. El mismo aparato desde donde estaba organizando amenazas contra el Supremo y maniobras desestabilizadoras. Entre los archivos encontrados por la Policía Federal en el teléfono hay un pedido de asilo “urgente” dirigido a Javier Milei, el presidente al cual visitó en Buenos Air

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