Practicar ejercicio al aire libre no solo fortalece el cuerpo, también nutre la mente y eleva el ánimo, de hecho, la ciencia respalda que entrenar en contacto con la naturaleza incrementa la motivación, reduce el estrés y mejora la autoestima de forma más profunda que hacerlo en espacios cerrados.
No es necesario dedicar mucho tiempo para conseguir estos beneficios, basta con unos 30 minutos al día de actividad física en un entorno abierto para notar cómo nuestra energía aumenta, la concentración mejora y el humor se equilibra.
Además, la diversidad de opciones a nuestro alcance es enorme: actividades suaves como caminar o hacer yoga en la playa, o experiencias más intensas como la escalada, el senderismo de montaña o el esquí. Lo mejor es que se adaptan a cualquier edad y nivel de condi