La obra, inspirada en la novela de Miguel de Cervantes, se centró en el capítulo Las bodas de Camacho y se dividió en dos actos llenos de humor, drama y aventura.
El primer acto mostró un mercado en Barcelona, donde los enredos amorosos provocaron risas y tensión. En el segundo, aparecieron molinos de viento, gitanos, Cupido y una pareja que celebró su boda en libertad.
La dirección estuvo a cargo de la maestra Marisol Galán Jurado, con la coordinación de María del Rosario Chávez Esparza y el apoyo de un equipo de coreógrafos y técnicos que lograron un espectáculo completo.
“Elegimos Don Quijote porque en la frontera no se había presentado esta obra. Es hermosa y un reto artístico que los bailarines lograron con gran calidad”, dijo Galán Jurado.