La conmemoración del Labor Day en Estados Unidos simboliza más que un fin de semana largo; encierra una historia de lucha obrera y conquistas laborales que aún resuenan hoy.
Su origen se remonta a 1882, cuando diez mil trabajadores desfilaron en Nueva York en una demostración organizada por la Central Labor Union con apoyo de los Knights of Labor. La idea de una jornada dedicada a los trabajadores fue propuesta por líderes sindicales como Peter J. McGuire y Matthew Maguire, aunque la autoría exacta sigue en debate.
El gesto político que convirtió a Labor Day en feriado federal ocurrió el 28 de junio de 1894, cuando el presidente Grover Cleveland firmó la ley tras una oleada de protestas obreras y la represión violenta de la huelga Pullman. Este acto fue interpretado como un intento de