La trágica muerte de Valeria Afanador, una niña de 10 años que estuvo desaparecida durante 18 días, ha generado una ola de inquietud en Cajicá, Cundinamarca. Su cuerpo fue hallado en las cercanías del río Frío, a menos de 350 metros del Gimnasio Campestre Los Laureles, donde fue vista por última vez. Este suceso ha reavivado el debate sobre la seguridad escolar en Colombia y ha llevado a las autoridades a investigar las circunstancias de su desaparición.

El gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, se pronunció sobre el caso y las acciones que se están tomando. "Estamos atentos al informe forense de Medicina Legal, que nos permitirá determinar si la muerte de Valeria fue un accidente o si, como algunos sospechan, su cuerpo fue dejado en el lugar poco antes de ser encontrado", afirmó Rey. Además, destacó que se están realizando inspecciones en la zona donde se halló el cadáver, ya que la proximidad al colegio sorprendió a los organismos de respuesta.

La conmoción por el caso ha llevado a la apertura de un proceso administrativo contra el colegio. El gobernador indicó que se está evaluando si la institución cumplió con los protocolos de seguridad y el plan de gestión del riesgo en el momento de la desaparición de Valeria. "Si se comprueban fallas, las sanciones pueden ir desde una amonestación hasta el cierre definitivo del colegio", advirtió.

La familia de Valeria, junto a su abogado Julián Quintana, ha solicitado el cierre del Gimnasio Campestre Los Laureles. Quintana subrayó que el colegio podría haber incurrido en múltiples faltas al manual de convivencia, que establece la obligación de supervisar a los estudiantes durante los recreos y eventos especiales. La desaparición de Valeria en horario escolar plantea serias dudas sobre la vigilancia en el establecimiento.

Además, se ha señalado que el colegio no cumplió con las normativas que prohíben que los estudiantes abandonen las instalaciones sin autorización. Videos muestran a Valeria saliendo sola del colegio, lo que indica una posible falta de control en las entradas y salidas. El abogado de la familia enfatizó que la existencia de un hueco en la reja del colegio demuestra que no se contaba con la infraestructura adecuada para garantizar la seguridad de los estudiantes.

El gobernador Rey también mencionó que la investigación principal determinará el futuro del colegio. Mientras tanto, la institución educativa ha emitido un comunicado pidiendo a la comunidad que evite emitir juicios prematuros sobre la situación.