La mediación penal juvenil se ha convertido en una puerta hacia un futuro de entendimiento y justicia restaurativa. Reconocida como una de las grandes innovaciones del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil, esta herramienta permite generar un espacio de diálogo entre las partes involucradas en casos de delitos menos graves, evitando que se llegue a un juicio y favoreciendo acuerdos reparatorios con sentido.
María Paz fue una de las primeras víctimas en aceptar este proceso. Sobre su experiencia relata: “Al principio pensé que iba a ser muy largo. Tuvimos sesiones de mediación, el joven me contó dos veces su historia y a mí me dio mucha pena su vida. Él también conoció la mía, entendió que yo no estoy jugando en la calle, que trabajo para mantener a mis hijos. Creo que tomó conci