A finales de los años 50, Sir James Black revolucionó la terapia cardiovascular con su nuevo tratamiento: los betabloqueantes . Una medicación que ha sido el pilar inamovible en la medicina actual para los pacientes con un infarto agudo de miocardio en su historial. Pero ahora, una serie de estudios han llegado para cambiar la idea que teníamos sobre la administración de este tratamiento.

Un grupo de pacientes más afecto. Los estudios publicados en las más prestigiosas revistas médicas, como por ejemplo The New England , llegan para dibujar un panorama mucho más complejo y personalizado de la administración del tratamiento. Y ha llegado a tal punto que sugiere que para algunas personas con un perfil clínico muy concreto, y sobre todo en mujeres, podría no ser necesaria su adminis

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