El hospital Ramos Mejía de Buenos Aires lleva adelante un proyecto pionero que utiliza el tango como herramienta de rehabilitación para personas con Parkinson. La iniciativa, que comenzó hace 15 años, ya convocó a más de 200 pacientes y busca evaluar científicamente el impacto de la música y la danza sobre los síntomas de esta enfermedad neurodegenerativa.

La propuesta surgió a partir de una dificultad frecuente entre quienes padecen Parkinson, los trastornos de la marcha . “El tango, como danza caminada, permite trabajar los inicios y detenciones de los pasos y desarrollar estrategias para moverse en distintos contextos”, explicó la neuróloga Nélida Garretto , una de las responsables del programa.

Las observaciones clínicas son positivas. Algunos pacientes logran superar ep

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