Por Carolina Erices

La economía global atraviesa un proceso de ajuste estructural, marcado por cambios en la política monetaria de EE.UU. y el resurgimiento de tensiones comerciales. Para Chile, altamente expuesto al comercio exterior, estos fenómenos son señales críticas que deben ser interpretadas con rigor técnico y visión estratégica.

La Reserva Federal mantiene su tasa en 4,5%, pero ha anticipado un posible recorte ante señales de desaceleración laboral e inflación persistente (2,6%). Esta expectativa ha debilitado el dólar (−0,93% en el índice DXY), lo que en Chile se tradujo en una apreciación del peso de $12, alcanzando los $958. Este ajuste reduce la presión de la inflación importada, favoreciendo la convergencia del IPC hacia la meta del Banco Central (3%), desde el 4,55% regis

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