En esta colonia, ubicada junto al panteón San Ramón, los habitantes señalan que la situación comenzó a mediados de junio de 2025, cuando dos perras fueron abandonadas en la zona. Aunque al principio algunos vecinos les dieron alimento, con el tiempo se transformaron en un riesgo para la comunidad.
Los colonos relatan que uno de los animales incluso intentó ingresar a una vivienda, lo que incrementó la preocupación entre las familias. Ante ello, decidieron pedir apoyo a las autoridades, pero la respuesta fue que no había capacidad para atender el caso, debido a la saturación de animales en la perrera municipal.
De acuerdo con los testimonios, las perras representan un foco de infección, ya que defecan en la vía pública, se alimentan de basura, carecen de vacunas y podrían transmitir enfer