En una sesión solemne celebrada este lunes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio la bienvenida a sus nuevos ministros. El presidente del tribunal, Hugo Aguilar Ortiz, anunció el fin de los privilegios salariales y prestaciones exclusivas para los integrantes de la Corte. A partir de ahora, todos los ministros recibirán un salario inferior al de la presidenta de la República, en cumplimiento del artículo 127 de la Constitución General.
Aguilar Ortiz destacó que esta medida marca el inicio de una transformación en la SCJN, alineándose con el mandato de austeridad constitucional. Además, se revisarán las remuneraciones de los ministros y ministras en retiro, quienes actualmente perciben salarios que oscilan entre 205,000 y 385,000 pesos mensuales, muy por encima del salario presidencial.
Otro anuncio importante fue la eliminación de prestaciones exclusivas en el Poder Judicial. Los nuevos ministros acordaron solicitar la eliminación del seguro de gastos médicos mayores y el seguro de jubilación anticipada. "Todos nosotros nos someteremos a los servicios médicos del Instituto de Seguridad y Servicio Social de los Trabajadores del Estado (ISSSTE)", afirmó Aguilar Ortiz. Se estima que estas medidas de austeridad generarán ahorros de aproximadamente 800 millones de pesos al año.
Durante su discurso, el presidente de la SCJN subrayó la legitimidad de la nueva integración del tribunal, que cuenta con una estructura paritaria y una mayoría de mujeres. También destacó la importancia de que un indígena presida la Corte, lo que representa un avance hacia la democratización del Poder Judicial.
Aguilar Ortiz se comprometió a garantizar que todas las personas, sin importar su origen o condición, tengan acceso a la justicia. "La justicia será la voz que defienda a quienes han sido ignorados", enfatizó. Además, aseguró que la SCJN mantendrá una relación de diálogo y colaboración con el Poder Ejecutivo y el Legislativo, siempre bajo el marco de la independencia judicial.
El presidente recordó la fundación histórica de la SCJN en 1815 y la necesidad de una justicia accesible y auténtica en la actualidad. Hizo un llamado a la sociedad civil, la academia y otros sectores para que acompañen la transformación judicial.
Aguilar Ortiz concluyó su discurso reafirmando el compromiso de la SCJN con la Constitución y la justicia, asegurando que en esta nueva etapa, "nadie quedará fuera, nadie será olvidado, nadie se quedará sin justicia". Finalizó con un ferviente grito de apoyo a la Constitución y al pueblo de México.