Las noches calurosas elevan la mortalidad hasta un 3% y el calor nocturno tiene un efecto independiente del diurno, por lo que exige medidas específicas de prevención, según recoge un estudio internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

El estudio, publicado en la revista Environment International y liderado por la Misión Biológica de Galicia (MBG), con la participación del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA) de Cataluña y la Estación Biológica de Doñana (EBD), revela una asociación entre las noches calurosas y el riesgo de mortalidad a nivel global.

La investigación tenía el objetivo de analizar si el calor nocturno, que se da cuando la temperatura supera ciertos umbrales durante varias horas, tenía un impacto específic

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