El pasado lunes 1 de septiembre se instaló formalmente la nueva integración de las personas juzgadoras en el Poder Judicial Federal, esto es, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los tribunales colegiados, los tribunales unitarios y los diversos juzgados de distrito o por materia. Con lo anterior, se da paso a un nuevo diseño institucional, resultado de la reforma constitucional de 2024 y de las elecciones realizadas con dicho objetivo, del mes de junio pasado.
La expectativa es grande, pues las promesas como objetivo de la reforma fueron claras: combatir la corrupción, erradicar el nepotismo y garantizar que el Poder Judicial otorgue un verdadero Estado de derecho a favor de la ciudadanía, y no únicamente a ciertos grupos de poder económico y/o político. En las próximas semanas o,