“¡Nos van a matar! Y si con balas nos callan, que no se olvide que lo hicieron luego de 12 años de denuncias en los que nunca nos brindaron garantías de seguridad”, e sa cruda frase la lanza el sacerdote Andrés Felipe Hio, vocero de la Fraternidad Sacerdotal Misionera Ad Gentes y la Corporación Internacional de Defensa de Derechos Humanos Corpas.
Hio comentó que tristemente se ha vuelto un “objetivo militar” para las bandas delincuenciales que operan en el occidente de la ciudad a raíz de las denuncias sobre la actual situación que se vive en el sector Mano de Dios del corregimiento Altavista de Medellín; donde en abril pasado ocurrió una tragedia por cuenta de la ola invernal; pero también por el desordenado crecimiento urbano que se ha dado allí a raíz de la llegada de desarraigado