El metal precioso volvió a encender las pantallas: en la sesión asiática superó los US$ 3.500/oz y marcó un máximo histórico en US$ 3.508 . Detrás del repunte, tres motores: expectativas de un recorte de 25 pb de la Fed este mes , un dólar más blando y una dosis extra de demanda de refugio . El dato a vigilar ahora es el reporte laboral de EE.UU. de fin de semana, que puede inclinar la balanza sobre la magnitud del recorte. La prima de riesgo del oro también recoge la tensión política: dudas sobre la independencia de la Fed (caso Lisa Cook sin resolución) y la incertidumbre por los aranceles impulsados desde Washington, con un fallo judicial que los declara mayormente ilegales pero los mantiene vigentes hasta el 14 de octubre mientras siguen los recursos.
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