Ante las crecientes presiones desde Occidente sobre el sector energético de Rusia, la gran fuente de divisas del Estado ruso y por ende de su maquinaria de guerra en Ucrania, y sobre sus clientes en terceros países, como la India, el Kremlin potencia sus exportaciones gasísticas a China, su cada vez más estrecho aliado frente a EEUU y la UE . Con la presencia de los presidentes Vladímir Putin y Xi Jinping, ambos países estamparon su rúbrica en un memorando para la construcción del gasoducto Fuerza de Siberia-2 , que deberá unir los yacimientos en Yamal Oriental con la China norteña. Una vez acabada la infraestructura, que tardará entre cuatro y cinco años en levantarse, el gigante euroasiático podrá exportar a su vecino del este a través de esta futura tubería 50.000 millones de
Putin y Xi pactan acelerar la construcción del nuevo gasoducto entre Rusia y China

47