En medio de crecientes tensiones en la región, el gobierno de Estados Unidos ha dado un paso que genera incertidumbre. Tres destructores guiados por misiles fueron enviados al Caribe bajo la administración de Donald Trump , lo que ha despertado preguntas sobre los objetivos reales de esta maniobra.

La presencia de estos buques cerca de Venezuela no ha pasado desapercibida. El movimiento militar , que involucra al USS Gravely, USS Jason Dunham y USS Sampson , incluye además a unos 4000 efectivos, entre ellos Marines entrenados para operaciones especiales. Aunque Washington presentó la acción como parte de una estrategia de seguridad, el despliegue ha abierto un abanico de interpretaciones.

Con el recuerdo de anteriores fricciones en la zona, la llegada de estas naves gener

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