ALBUQUERQUE, Nuevo México — Una disputa latente sobre la gestión de uno de los ríos más largos de Norteamérica llegó a su punto álgido cuando la Corte Suprema de Estados Unidos envió a los estados del oeste y al gobierno federal de vuelta a la mesa de negociaciones el año pasado.
Ahora, la batalla por las aguas del Río Grande podría estar a punto de resolverse, ya que Nuevo México, Texas y Colorado anunciaron nuevas propuestas de acuerdo diseñadas para frenar el bombeo de agua subterránea a lo largo del río en Nuevo México y garantizar que llegue suficiente agua de forma fiable a Texas.
Las autoridades de Nuevo México afirman que los acuerdos permiten que las decisiones sobre la conservación del agua se tomen localmente, evitando así un escenario catastrófico de pagos multimillonarios po