La decisión complica el compromiso de acumulación de reservas adquirido con el FMI

A finales de julio, el presidente argentino, Javier Milei, y todo su equipo económico negaron de forma tajante la intervención estatal en el mercado cambiario. “Flotaaaaaa, el dólar flotaaaaaaa” , gritaron al unísono entre risas y golpes en la mesa en un programa de streaming . Pero los argentinos vieron en el último mes que el peso se hundía sin remedio y amenazaba con arrastrar con él el principal logro económico del Gobierno ultraderechista, el descenso de la inflación, en vísperas de las elecciones. Este martes, con el peso cambiándose a casi 1.385 pesos por dólar —casi 300 pesos por arriba del piso de la banda y menos de 100 del techo—, el Gobierno comunicó un cambio de estrategia. A partir de ese

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