A Jhon William Hurtado, o Jhonwi como se bautizó él mismo, la palabra le sale fácil. Desde joven le gustaba llamar la atención contando las historias que le pasaban : la noche de fiesta, sus fracasos amorosos, la pelea en la cancha de fútbol.
Acercarse a él era tener una ventana hacia historias de los barrios populares, de personas que veían en el esfuerzo diario su único motivo para seguir con vida.
A él lo salvó, tal vez, la oportunidad de ingresar en la universidad. Conocer los libros y acercarse al periodismo lo hizo ver un destino más sólido : contar sus historias a través de textos.
Así fue como se inscribió en u n oficio que le ha dado más alegrías que el fútbol o los amores : ser cro