La Suprema Corte de Justicia de la Nación carece de entidad física, solo es una estructura jurídico-política (política en el mejor sentido) que, al ser integrada por personas, eso sí, de carne y hueso, cobra entidad a través del actuar de sus integrantes.
El propósito básico de la Corte y de sus ministros y ministras ha de ser: 1. Garantizar la defensa y protección de los derechos humanos; 2. La defensa del orden constitucional; y, 3. La defensa del orden legal en nuestro país.
Al lado de estos cometidos esenciales, existen otros, como el de una administración honesta, transparente y eficiente de los recursos; impulsar la carrera judicial; desarrollar una relación democrática con los justiciables, entre muchas otras.
Las y los nuevos ministros son diversos a quienes lo fueron antes -rec