Libertad.- Llenos de júbilo los devotos de la capital del municipio Libertad, como ya es tradición, presenciaron “la bajada” de su patrono San Mateo Apóstol, para dar inicio a las festividades en su honor y conmemorar los 310 años de su llegada a estas tierras y 10 años de la consagración del templo que lleva su nombre.

En esta oportunidad la celebración religiosa para el descenso desde su nicho de la tricentenaria imagen, tuvo lugar en la plaza Bolívar de la ciudad y fue presidida por el presbítero Luis Rebanales, párroco de la Catedral de Barcelona, junto al sacerdote anfitrión José Manuel Carreño y representantes de la iglesia venidos de otros municipios.

En su homilía, Rebanales destacó la necesidad de construir fraternidad en la comunidad, “pues somos la gran familia del hijo de Dio

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