En el corazón del Casco Antiguo todavía se mantienen en pie comercios que han superado el paso de las décadas . La mayoría son negocios familiares, cuyos responsables, llevan más de cincuenta años al frente del mostrador. Su secreto es tener una clientela fiel y la calidad de la materia prima.
Precisamente, ese es el secreto de uno de los establecimientos más antiguos de Badajoz: La Cubana , una pastelería fundada en el año 1890, cuyo primer dueño, Sebastián Nicolás, se especializó en las tartas de yema de huevo y los bollos de leche (ensaimadas espolvoreadas con azúcar glass), además de en otros muchos dulces que, a día de hoy, aún pueden pedirse en este local ubicado en calle Francisco Pizarro número 9, donde actualmente trabajan siete personas. El más veterano es Eduardo Mart