El ataque militar de Estados Unidos el martes contra una lancha rápida a la que Washington ha acusado de narcotráfico y de haber salido de Venezuela , sin aportar pruebas aún, no solo hizo saltar por los aires la embarcación y causó la muerte a los 11 ocupantes, acusados de ser miembros de la banda Tren de Aragua. Es también un mensaje de advertencia, o una amenaza, que el gobierno de Donald Trump está lanzando de hasta dónde está dispuesto a llegar en el uso de fuerzas militares en su combate contra el narcotráfico, aunque sea con acciones más que cuestionables según las leyes internacionales.
Lo expresaba sin tapujos este miércoles el secretario de Estado de Trump, Marco Rubio, y lo hacía en México, donde está de viaje oficial. En una rueda de prensa conjunta con su homó