Dos movidas simultáneas en el tablero judicial pero con la mirada puesta en un tercer casillero. El Gobierno impulsó un planteo para bloquear la difusión de audios al parecer de Karina Milei y presentó otro escrito sobre “espionaje”, ambos con proyección grave, a contramano de la Constitución . Quedó claro que la apuesta final es a neutralizar el caso Sapagnuolo y evitar estribaciones . Eso resume esta especie de plan de emergencia: correr el foco -político, social, mediático- y achicar el impacto de las grabaciones del ex funcionario que hablan de un mecanismo de corrupción. En esa línea, cruzó límites sensibles, dio un mensaje .
“Un disparate. Inaplicable, además de ser antes que nada un acto de censura previa” , resumió un prestigioso abogado con recorrido judicial y político,