El independentismo lleva años en decadencia. Políticamente, Junts y ERC han perdido sus grandes mayorías del procés y están enfrascados en luchas partidistas fruto de sus diferentes estrategias. En el ámbito civil, asociaciones que antaño fueron clave, como la ANC o el Consell de la República, se enfrentan a pérdidas de afiliados, de dimisiones y al surgimiento de grupos internos que cuestionan el "mal" liderazgo de sus actuales dirigentes. Además, según el CEO, el apoyo al separatismo está en las cifras más bajas desde que se tienen registros: alrededor del 40%.
Esta pérdida de liderazgos y de apoyos se vio reflejada en la Diada del año pasado. Lo que antes era una demostración de músculo del movimiento se ha convertido en un dolor de muelas que refleja que el procés ha muerto. El año pa