El hombre pierde los envoltorios protectores a los que estaba habituado y se cierra en nuevas manifestaciones de nihilismo y cinismo. No obstante, el hombre busca su interpretación. Esa vendrá dada en un personalismo social y en una relacionalidad en todos los ámbitos. Es probable –al menos lo queremos creer- que estemos en las puertas de un nuevo humanismo social.
Estímulos existen para que seamos optimistas frente a un proceso de reconsideración social del hombre. El destino indefinido es siempre incierto, pero la salida siempre pasa por un reconocimiento del sí mismo. Todo proceso de individuación conlleva a la autoafirmación y esta al pensamiento propio. Dicho en otras palabras, el hombre cínico y nihilista buscará ser protagonista de su propia historia y de la historia de los demás.