El martes por la noche, el Teatro Lola Membrives contuvo el secreto mejor guardado de la cartelera porteña: Lionel Messi, de incógnito en la función de Rocky . Nadie en el elenco, salvo Nico Vázquez , el protagonista, tenía noticia. El astro rosarino, que se encuentra en Buenos Aires para el duelo de la Selección Argentina frente a Venezuela por las Eliminatorias Sudamericanas al Mundial 2026, tejió una llegada meticulosa, casi de espía. ¿Cómo se vive un encuentro donde el mejor jugador de fútbol del mundo aparece entre bambalinas, lejos de estadios y cámaras?

Messi y Vázquez, una amistad macerada a fuego lento desde hace una década, fraguaron la cita en secreto. Antes del telón, en un intercambio invisible para el público, se saludaron en privado. Los camarines, ese lug

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