El presidente de la UEFA, Aleksander Čeferin, ha descartado expulsar a los deportistas israelíes de la competiciones europeas. “Antes que nada, lo que está ocurriendo con los civiles [en Gaza] me duele personalmente, me mata. Es insoportable seguir viendo estas cosas. Por otro lado, no soy partidario de sancionar a los deportistas. ¿Qué puede hacer un deportista contra su gobierno para detener una guerra? Es muy muy difícil”, ha declarado el jefe del órgano rector del fútbol europeo.

Čeferin ha reconocido en una entrevista a POLITICO que, a diferencia de lo que ocurrió tras la invasión rusa en Ucrania, el genocidio de Gaza no cuenta con “mucha reacción política”, aunque sí de la sociedad civil —“es enorme”, enfatiza—. Son las palabras con las que ha justificado las medidas inmediatas tomadas desde la UEFA sobre Rusia, que lleva vetada de las competiciones europeas desde 2022, más de tres años. En aquel caso, asegura, “hubo una reacción política casi histérica”, y allí el organismo que dirige fue de los primeros en actuar, “creyendo de verdad que el deporte podía ayudar a poner fin a esta tregedia”. “Lamentablemente, la vida nos mostró lo contrario”, dice, para justificar la impunidad de Israel. “Para mí, el deporte debe intentar mostrar el camino, pero no prohibiendo competir a los atletas”, zanja.

Para el líder de la UEFA, el fútbol no debería tratar de resolver estos problemas. “Ni pensarlo”, subraya. No obstante, según señala el investigador del Real Instituto Elcano Ángel Badillo, en declaraciones a elDiario.es , “la presencia israelí en todas las federaciones deportivas principales funciona como mecanismo de legitimación continua, proporcionando reconocimiento implícito por parte de organizaciones globales”. Es una forma de “soft recognition”, a partir de la cual Israel interactúa con representantes de países con los que puede no establecer otro tipo de relaciones diplomáticas.

A pesar de su afirmación, la UEFA sí mostró su condena a los asesinatos de civiles y niños en la Franja. Fue durante la Supercopa de Europa, en el partido disputado el 14 de agosto entre el Paris Saint Germain y el Tottenham. “Dejad de matar niños. Dejad de matar civiles”, se leía en la pancarta exhibida por la organización; una idea que fue pensada “durante mucho tiempo” por la propia UEFA. Además, la Fundación para la Infancia de la UEFA invitó a dos niños palestinos refugiados a participar en la ceremonia de entrega de medallas del título, junto a Čeferin. “No vivimos en otro plantea, vivimos en este mundo”, reconoce, aunque matiza que el mensaje de la pancarta no es político: “Quien piense que 'dejad de matar niños, dejad de matar civiles' es un mensaje político, para mí, es un idiota”. Según el dirigente deportivo, recibió críticas “por ambos lados”, aunque cuenta con “el apoyo total” del presidente de la Federación de Fútbol de Israel, quien es “un buen amigo” suyo.

“Es terrible que los niños estén muriendo por intereses políticos, muriendo de hambre. Mohamed, que entregó las medallas conmigo [en la Supercopa], perdió a su madre y a su padre. Y estaba gravemente herido. Nunca he visto a un niño abrazarme tanto como lo hizo él. Necesita amor. No necesita otra bomba en la cabeza por un interés geopolítico. Así que está muy lejos de la política”, declara en la conversación con POLITICO, donde añade: “Pero, por otro lado, ya saben, la política está en todas partes. Cuando enseñas tu bandera escocesa, eso es política. Nosotros no interferimos en política, pero no diremos que matar niños o civiles en cualquier parte del mundo es algo bueno. Tenemos que decir que lo despreciamos, y siempre lo diremos”.

Por otro lado, preguntado acerca de la celebración de la final de la Champions League en Budapest —capital de un país, Hungría, que el entrevistador resalta como cercana a Rusia—, Čeferin declara: “Para mí, si tuviéramos algún problema con eso, nos convertiríamos en una organización política. Hungría es nuestro miembro. Respeto a los húngaros. Respeto al gobierno húngaro exactamente igual que al alemán o a cualquier otro en Europa”. “Y, por cierto, el gobierno húngaro ha invertido más en infraestructuras deportivas que muchos otros gobiernos que hablan mucho pero hacen poco por el fútbol”, concreta.

Jugadores israelíes en Europa

A pesar de los intentos de Čeferin de desligar fútbol y política, lo cierto es que la sociedad civil también juega su papel en el deporte. El jugador Shon Weissman, por ejemplo, vio cómo se frustraba su fichaje por el Fortuna Düsseldorf este verano, después de que sus aficionados protestasen por los comentarios del futbolista sobre Gaza. Weissman afirmó ser “hijo de una nación aún de luto por los horrores del 7 de octubre”. En comentarios eliminados, pidió “borrar del mapa” el enclave palestino y lanzar sobre él “200 toneladas de bombas”. El Granada, club para el que jugaba Weissman, anunció el pasado lunes que ya no formaría parte del equipo.

También en este mercado de fichajes, el internacional israelí Manor Solomon se unió al Villarreal en calidad de cedido. El futbolista había mostrado en varias ocasiones su apoyo al Gobierno de Benjamin Netanyahu, con comentarios justificando o negando el genocidio sobre Gaza, que ha dejado más de 63.700 muertos desde el 7 de octubre de 2023. La afición del equipo groguet ha mostrado su rechazo en redes sociales. Este periódico ha tratado de contactar con el Villarreal para conocer su postura sobre la masacre de la Franja, así como por las protestas de los fans al fichaje del israelí, pero por el momento no ha optenido respuesta.