Un equipo científico presentó un avance en interfaces cerebro-ordenador (BCI) no invasivas que combina el registro electroencefalográfico (EEG) con algoritmos de Inteligencia Artificial (IA) que actúan como un “copiloto” para inferir la intención del usuario y completar acciones con mayor rapidez y precisión.

En un nuevo estudio publicado en la revista Nature Machine Intelligence, investigadores de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, proponen un modelo de autonomía compartida en el que la IA colabora con voluntarios que reciben dispositivos cerebrales no invasivos y usan interfaces cerebro-ordenador, para alcanzar objetivos específicos y desarrollar tareas. La innovación podría ampliar las opciones tecnológicas para personas con parálisis u otras lim

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