No es un partido para salir deprimidos, dijo Scariolo al terminar el encuentro. Estoy de acuerdo. Fue un partido para salir con un cabreo monumental

Cuando llegan los días señalaítos , esos a los que canta el gran Raimundo Amador, no queda otra que estar a la altura. El de Italia era uno de ellos, más aún si cabe cuando se nos atragantó el postre viendo cómo Grecia decidía dar de nuevo descanso a Antetokounmpo para terminar con una derrota ante Bosnia que no estaba en el guion. Son estos días, los señalaítos , donde realmente se ponen a prueba jugadores, entrenadores y entramados colectivos. Los que marcan valías, arrojos, talentos y templanzas. Son estos días, cuando la exigencia es máxima, los que ponen a cada uno en su lugar. Y el de España, guste o no, está ahora mismo al borde de

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