La foto actual de la industria láctea argentina expone un escenario de crisis sin precedentes . SanCor, ARSA, Lácteos Verónica y La Suipachense, cuatro nombres históricos del sector, están sumidas en parálisis productiva, concursos de acreedores, cheques rechazados por miles de millones de pesos y conflictos sindicales sin resolución. En conjunto, reúnen más de 2.200 trabajadores directos, la mayoría con salarios atrasados, suspendidos o directamente sin tareas. El derrumbe no sólo amenaza la supervivencia de las empresas, sino también el entramado social y económico de las localidades donde están insertas.
La caída dramática de estas compañías se terminó de precipitar este año . La combinación de consumo en baja, costos de producción en alza, tasas financieras prohibitivas y probl